lunes, 26 de enero de 2009

EL NABO GIGANTE

EL NABO GIGANTE
Todas las primaveras el abuelo ponía un huerto junto a su casa. Una primavera decidió plantar una semilla de nabo.
El abuelo trabajaba todos los días en su huerto y miraba el nabo para ver si crecía. Lo regaba cuando estaba seco y arrancaba las malas hierbas que salían a su alrededor. Lo cuidaba a diario y el nabo fue creciendo cada vez más.
Un día decidió que había llegado el momento de arrancar el nabo, que se había convertido en un nabo gigante. Lo cogió por el tallo y tiró con todas sus fuerzas, pero era tan grande que no pudo arrancarlo.
Entonces llamó a su mujer: "Abuela, ayúdame a arrancar este nabo gigante". La abuela fue corriendo a ayudar a su marido. Le agarró por la cintura mientras él sujetaba el tallo del nabo. Luego tiraron con todas sus fuerzas, pero el nabo gigante no se movió.
Entonces la abuela llamó a su hija: "Ven a ayudarnos a arrancar el nabo".
La hija fue corriendo a ayudarlos. Agarró a la abuela por la cintura, que estaba agarrada a la cintura del abuelo, que sujetaba el tallo del nabo gigante. Tiraron juntos con todas sus fuerzas, pero el nabo gigante no se movió. Entonces la hija llamó a su hija: "Ven a ayudarnos a arrancar el nabo".
La niña fue corriendo a ayudarlos. Agarró a su madre, que estaba agarrada a la abuela, que agarraba al abuelo mientras éste sujetaba el tallo del nabo gigante. Tiraron juntos con todas sus fuerzas, pero el nabo gigante no se movió.
Entonces la niña llamó a su perro: "Ven a ayudarnos a arrancar el nabo gigante". El perro ladró entusiasmado y fue corriendo a ayudarlos.
El perro tiró del vestido de la niña, que agarraba a su madre, que estaba agarrada a la abuela, que agarraba al abuelo mientras éste sujetaba el tallo del nabo gigante. Tiraron juntos con todas sus fuerzas, pero el nabo gigante no se movió.
Entonces el perro llamó al gato, que fue corriendo a ayudarlos. El gato tiró del perro, que tiraba de la niña, que agarraba a su madre, que estaba agarrada a la abuela, que tiraba del abuelo mientras éste sujetaba el tallo del nabo. Tiraron juntos con todas sus fuerzas, y el nabo gigante salió por fin de la tierra.
Esa noche todos –el abuelo, al abuela, la madre, la niña, el perro, el gato y el ratoncito- celebraron una gran cena que prepararon con el nabo gigante.
Cuando hay que hacer algo difícil, hasta los más pequeños pueden colaborar.

EL AMOR Y LA LOCURA

El Amor y la Locura
Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando EL ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: ¿Jugamos al escondite?
LA INTRIGA levantó la ceja intrigada, y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó: ¿al escondite? ¿Y cómo es eso?
Es un juego - explicó LA LOCURA- , en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
EL ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA.
LA ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a LA DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar, LA VERDAD prefirió no esconderse ¿para qué? Si al final siempre la hallaban, la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y LA COBARDIA prefirió no arriesgarse...
Uno, dos, tres... comenzó a contar LA LOCURA.
La primera en esconderse fue LA PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La FE subió al cielo y LA ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos ...que si un lago cristalino , ideal para LA BELLEZA, que si la rendija de un árbol, perfecto para LA TIMIDEZ, que si el vuelo de una ráfaga de viento, magnífico para LA LIBERTAD. Así terminó por ocultarse en un rayito de Sol.
EL EGOISMO en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él.LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arcoiris) y LA PASIÓN Y EL DESEO en el centro de los volcanes.
EL OLVIDO... se me olvidó donde se escondió...pero eso no es lo importante.
Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no se había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado...hasta que encontró un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
Un millón, - contó LA LOCURA- y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue LA PEREZA sólo a tres pasos de una piedra.
Después se escuchó a LA FE discutiendo con DIOS en el cielo sobre teología y a LA PASIÓN y EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a LA ENVIDIA y claro, pudo deducir donde estaba EL TRIUNFO.
AL EGOISMO no tuvo ni que buscarlo, el sólo salió de su escondite, había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió LA BELLEZA y con la DUDA resultó más fácil todavía pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de que lado esconderse.
Así fue encontrando a todos, EL TALENTO entre la hierba fresca, a LA ANGUSTIA en una oscura cueva, a LA MENTIRA detrás del arcoiris (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO...que ya se le había olvidado que estaban jugando al escondite, pero sólo EL AMOR no aparecía por ningún sitio, LA LOCURA buscó detrás de cada árbol, cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y las rosas... y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas había herido en los ojos AL AMOR; LA LOCURA no sabía que hacer para disculparse, lloró, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra...
EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.

CADAUNO

¿Quien puede hacerlo?
Esta es la historia de cuatro personas que se llamaban Cadauno, Alguno, Cualquiera y Ninguno.
Había que hacer un trabajo importante y se pidió a Cadauno que lo hiciera. Cualquiera estaba seguro de que Alguno lo haría, pero Ninguno lo hizo.
Alguno se molestó a causa de ello, porque era el trabajo de Cadauno.
Cadauno pensó que Cualquiera podía hacerlo, pero Ninguno se dio cuenta de que Cadauno no lo había hecho.
Al final resultó que Cadauno riñó a Alguno, cuando Ninguno hizo lo que, en realidad, Cualquiera podría haber hecho.
¿Es éste nuestro planteamiento?

viernes, 23 de enero de 2009

PATO PATARECO


A PEDRA DE FACER SOPA

A PEDRA DE FACER SOPA



Este era un soldado que volvía da guerra. Chegou a unha aldea, un día de frío adoecido, vento fungón e ceo nubrado. Traguía fame. Detívose diante dunha casa e pediu algo para comer.
-Non temos cousa algunha, nin siquera para nós- dixéronlle-. E o soldado seguiu o seu camiño.
Detívose noutra casa e pediu un codecho de pan.
-Non temos pan nin para nós- volvéronlle a dicir.
-¿Tedes unha pota grande?- preguntou o soldado.
-Si, temos un peto de ferro.
-¿Tedes un pouco da auga?- seguiu preguntando.
-Pois si, auga hai abondo.
-Enchede de auga o pote e poñédeo ó lume-dixo o soldado-, pois eu teño unha pedra para facer sopa.
-¿Unha pedra para facer sopa?-preguntaron-. ¿Qué é eso?
-Pois é unha pedra coa que se fai sopa-explicou.
Todos se puxeron ó seu redor para ver tal marabilla.
A dona da casa encheu o pote de auga e púxoo ó lume, sobor dunhas trepias. O soldado sacou unha pedra do peto, unha pedra que tiña semellanza con calquera pedra que un pode atopar nun camiño, e botouna dentro do pote.
-Agora, deixádea que ferva-dixo. De maneira que todos se sentaron a agradar que a auga fervese-. ¿Podedes darme un chisco de sal?-engadiu.
-Pois si-dixo a muller, e sacou o sal dun cacharriño de lata. O soldado colleu unha manda e botouna dentro do pote. Todos seguían agardando.
-Unhas poucas zanahorias non lle virían mal a esta sopa-dixo o soldado con certa nostalxia.
-Ouh, se é por eso, temos algunhas- dixo a muller, e sacándoas de debaixo do alzadeiro, onde xa o soldado as vira, entregoullas. E as zanahorias foron axiña para dentro do pote. Mentres fervían, o soldado botouse a contarlles a sua aventura.
-Unhas patacas viríanlle ben,¿non lles parece?-dixo o soldado-. Daríanlle un bo tento.
-Temos algunhas patacas-dixo a filla maior da familia.
De xeito que as depenaron, botáronas no pote e seguiron agardando que todo aquello fervese.
-Unha cebola, se a houbese...-segiu dicindo o soldado.
-Corre á casa do noso veciño e pídelle unha cebola- ordenoulle o home da casa á filla máis nova.
A rapaza foi, e hubo cebola.
Sentados darredor do lume, puxéronse todos a contar historias.
-... e non probeí repolo dende que saín da casa da miña nai-dicía o soldado.
-Corre á horta e arrinca un repolo-dixo a dona da casa. E un rapaciño saiu a todo dar e voltou cun repolo que se lle engadiu ó caldo.
-Xa non tardará moito-exclamou o soldado, lambendo o bico.
-Somentes un pouquiño máis-dixo a muller, mentres remexía cunha garfela.
Nesa, chegou o fillo maior da familia. Saíra de caza e viña con dous coellos.
-¡Xusto o que precisamos para lle dar o toque derradeiro!-dixo o soldado. E en pouco tempo estiveron os coellos esfolados, cortados nen anacos e metidos no pote.
-¡Ouh, que bo ulido ten esta sopa!-dixo o cazador.
-É que o viaxeiro trouxo unha pedra e con ela está arranxando esta sopa-acraroulle o pai.
Por fin a sopa quedou cociñada, foi servida e todos quedaron coa barriga satisfeita.
-É unha sopa maravillosa-dixo o home da casa.
-É unha pedra de moito valer-dixo a súa muller.
-Así é-apuxo o soldado- e sempre sairá así se facedes o que vos fun indicando hoxe.
Cando remaaron a sopa, o soldado despediuse. Para pagar a hospitalidade, regaloulle a pedra á dona da casa. A muller agradeceulle moito.
-Non é nada-dixo o soldado, e foise daquela casa e da aldea sen a súa pedra.
Pero tivo a sorte de atopar outra un pouco antes de chegar á seguinte aldea.

miércoles, 21 de enero de 2009

¿Quien es el Pato Patareco?

El Pato Patareco nació en Ourense(España) hace yá algún tiempo. Este personaje entrañable enseguida se carecterizó por escuchar las historias, primero de su padre, Don Pato Patareco, y posteriormente de toda persona que se le acercaba. Quizás esto se convirtió en algo significativo, nunca se veía a nuestro amigo solo, pues ya no se lograba distinguir de donde venían los acercamientos. Es así como comienza una serie de historias y cuentos que recopila ahora para el entretenimiento nuestro y el de nuestros niños